UNA PARTE DEL PEQUEÑO CIRCO DEL MUNDO.

Aveces suelo reir y parecer un tipo feliz, cuando realmente por momentos soy un chico triste que tiembla y se sumerge en una depresión y nado para solo llegar al interior de mi cuarto dandome cuenta de mi soledad, dandome cuenta que los viejos muñecos no tienen vida, que fermin esta solo y los discos ya no suenan, cuando nadie me escucha, esa angustia de andar en el exterior rodeado de personas como si fuese un extraño y no poder llorar, cerrando mis puños y mordiendome la lengua y el solo deseo de estar encima de mi cama o encerrado en el auto para poder gritar que ya no puedo mas. Ese querer desear estar en el suelo y perdido en medio de un bosque en un frio otoño esperando a que pase ese caballo blanco que me prometiste que un dia pasaria para llevarme al comienzo del oceano. Solo espero que aun pueda entrar al circo y poder reir un rato, se que a ella no le gustan los circos, pero no me refiero al circo donde hay payasos, sino al circo del mundo, al que vale. Solo espero poder encontrar otra vez tus senos en los que tardiamente aprendi a llorar o si ya subiste al autobus del nunca jamas espero encontrar en algun lugar de mi mundo esa princesa serpiente en la cual pueda recostarme y llorar en sus senos, esos en los que tanto desearia poder dormir un rato esta tarde de noviembre.

Suelo no decirle a nadie que estoy triste, suelo no decirtelo a tí, de hecho suelo no decirmelo a mí, porque he aprendido que cuando a las personas les muestras un lado de debilidad te envuelven en una larga extención de tela negra, y te girar y giran hasta cubrir todo tu cuerpo y te quedas ciego siendo una buena victima para la muerte. Pero tu me enseñaste ha que no todas las personas me van ha hacer daño, tal y como tu no me hiciste daño. Solo espero que aun pueda entrar al circo solo o acompañado y poder reir para siempre