jueves, marzo 22, 2007

DONDE ROSA EL VERGEL rojo y caliente




AQUELLA NOCHE ERAMOS DOS BESTIAS, DOS FIERAS, DOS JOVENES AMANTES, era de noche, el cuarto era oscuro, (aquellos otros amantes en la habitacion de alado), nada importaba, ni el tiempo, ni las formas, solo sentir, vibrar junto a los brazos, mirar a los ojos, El bajo de los Red Hot se convirtio en la luna que observaba, y el calor del bettle de aquella carretera se hundia en el mar, aquel que nos recibio aquella tarde que entramos juntos a esa inmensidad liquida, un sin fin que se asombro ante nuestro amor, un amor, que exploto en aquella habitacion que nunca olviadre, como nunca olviadre aquella experiencia juvenil tan fina y elegante como su cuerpo.